martes, 26 de agosto de 2014

Los aviones de Malaysia Airlines viajan vacíos.


Las dos tragedias que afectaron a la compañía han complicado la venta de pasajes. Quienes se animan a volar fotografían las insólitas escenas que se viven dentro de los aparatos
Aviones con capacidad para 300 personas que trasladan a menos de diez pasajeros, boletos en primera clase que prácticamente se regalan y un pasivo que no para de aumentar. En estas condiciones quedó Malaysia Airlines luego de que sendos vuelos suyos protagonizaran dos de las peores tragedias de la historia de la aviación civil, con tal sólo cuatro meses de diferencia.
Ricardo Goncalves, un pasajero que viajaba desde Australia, compartió a través de Twitter la desolación que había en el vuelo. Apenas se ve a otras cuatro personas en toda la aeronave.
 Hace poco más de un mes, el 17 de julio de 2014, el MH17 partía lleno desde Amsterdam, Holanda, con destino a Kuala Lumpur, Malasia. La mayoría de sus tripulantes tenía como destino final a Australia. 
 Pero todos murieron cuando sobrevolaban el este de Ucrania y un poderoso misil tierra aire lo derribó. También había salido con su capacidad cubierta el MH370, que partió de la capital malasia hacia China, pero desapareció inexplicablemente en el camino, a la altura de Vietnam.
 Otra foto compartida en Twitter por Wan Ping Coombes, la muestra sola en otro vuelo, junto a su esposo y su hijo. La familia agradece los servicios de la compañía y parece disfrutar de la soledad. 
 Los que no están contentos son los accionistas de Malaysia Airlines que, volando al 10% de su capacidad, sólo acumula pérdidas. Precisamente en los próximos, la empresa dará a conocer el balance de la primera mitad del año, que incluye a las dos tragedias, en las que 537 personas perdieron la vida.
 Actualmente, se estima que la aerolínea pierde alrededor de 2,16 millones de dólares por día.